JESÚS VIVE CON
NOSOTROS (C.B.)
Jesús
era envidiado y odiado por los sumos sacerdotes judíos que ejercían el poder
desde el Templo de Jerusalén y veían en Jesús una amenaza a su poder, pero temían
apresarle en público por miedo a la reacción del pueblo que le prefería a Él
antes que a ellos, pues preferían escuchar las enseñanzas de Jesús que hablaba
de un Dios Padre que ama, cuida, perdona y acompaña, en lugar del Dios que
presentaban los sumos sacerdotes, que vigilaba y castigaba a quien se portase
mal.
Esperaron
a encontrar el momento y el lugar adecuados para poder cogerle en secreto. Y
esto llegó en el momento en el que Judas, que esperaba que Jesús crease una
rebelión contra los romanos, para expulsarlos de Israel, vio que Jesús hablaba
de amar y perdonar a los enemigos, incluidos los romanos, y decidió provocar él
mismo esa rebelión diciendo a los sumos sacerdotes cuándo y dónde podían
atraparle, a cambio de 30 monedas de plata, el precio de un esclavo.
El
momento elegido por Judas fue la noche del Jueves Santo, después de cenar, pues
sabía que Jesús iría con los discípulos a rezar al Huerto de los Olivos. Hasta
allí fue con los soldados del Templo, en medio de las sombras de la noche. Besó
a Jesús para que los soldados pudieran identificarle en medio de sus apóstoles.
Los
soldados le llevaron a la casa del sumo sacerdote Caifás, que había reunido allí
al Sanedrín, el tribunal de los ancianos y sacerdotes, y tras un juicio
amañado, en el que la sentencia era a muerte, le llevaron a la Fortaleza
Antonia, para que el gobernador romano, Poncio Pilato, firmara la sentencia de
muerte decretada por los sumos sacerdotes.
El
gobernador romano, presionado por los sumos sacerdotes, le condena a morir
crucificado, como un criminal, entre dos ladrones.
Jesús,
tras ser golpeado a latigazos, cargar con el travesaño de la cruz hasta el
Calvario y ser clavado en ella, muere el Viernes Santo perdonando a los que lo
habían matado. José de Arimatea pide descolgar el cuerpo de Jesús para
enterrarle en su propio sepulcro. Poncio Pilato se lo concede y el cuerpo de
Jesús queda descansando en un sepulcro nuevo.
Al tercer día de morir, el domingo por la mañana, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé, se acercaron hasta el sepulcro para ungir y embalsamar a Jesús. Cuando llegaron se encontraron el sepulcro abierto y un ángel les dijo que Jesús había resucitado.
El libro
de los Hechos de los Apóstoles nos cuenta cómo era la vida de los apóstoles y
de las primeras comunidades cristianas después de resucitar Jesús. Los apóstoles seguían el ejemplo de Jesús:
anunciaban la Buena noticia del amor de Dios y la muerte y resurrección de Jesús,
oraban en común, celebraban la Eucaristía, ayudaban a los necesitados y curaban
a los enfermos. Esto les llevó a tener problemas con los sumos sacerdotes, que
les prohibieron seguir haciendo todo esto en nombre de Jesús Resucitado.
Jesús, en la Última Cena, nos entregó el Mandamiento del Amor: amarnos unos a otros como Él nos amó.
El amor nos hace a todos mucho más felices. Se vive en el día a día. Hace que toleremos los defectos de los demás y destaquemos lo que más nos gusta de ellos.
El respeto, la dulzura, la tolerancia y la compasión, hace que ayudemos, de corazón a quienes lo necesitan.
LA SEMANA SANTA
EN EL ARTE
La Semana Santa es sobre todo Religión,
pero también es cultura y dentro de la cultura, es arte.
Podemos
encontrar la Semana Santa en el cine, en el teatro, en la música, en la pintura
y en la escultura.
En el
cine hay numerosas películas y series que tratan la Semana Santa:
En música encontramos las saetas, que son es un canto religioso tradicional interpretado
fundamentalmente en las procesiones de Semana Santa en España. Antonio
Machado Álvarez definía las saetas como "cancioncillas que tienen por
principal objeto traer a la memoria del pueblo, especialmente en los días del
Jueves y Viernes Santos, algunos pasajes de la pasión y muerte de Jesucristo
(...) coplas disparadas a modo de flechazos contra el corazón de los fieles".
La saeta se canta al paso de las imágenes de una procesión de Semana Santa,
frecuentemente desde un balcón bajo. Al comenzar a oírse, y mientras los
asistentes buscan el lugar de donde proviene la voz, el capataz del paso manda
parar a la cuadrilla de costaleros. Una saeta muy famosa es precisamente
de Antonio Machado, cantada por Joan Manuel Serrat:
Más moderna es la canción “JC”, del grupo Mecano:
En pintura también encontramos numerosos cuadros
de grandes artista que tratan las diferentes escenas de los momentos más
importantes de la Semana Santa:
La Última
Cena, Leonardo Da Vinci
La Última Cena, Dalí
Oración en el Huerto, El Greco
El
Prendimiento, Caravaggio
Cristo de
Velázquez
Cristo de Dalí
El
Descendimiento, Rubens
El
entierro de Cristo, Badalocchio
Dentro del arte religioso, destaca la imaginería, que es una
especialidad artística de la escultura, que representa temas religiosos de
forma realista. La técnica más habitual es la talla en madera policromada. Esta
forma de arte fue frecuente en el Románico y el Gótico y en España se desarrolló
de forma extraordinaria durante el Barroco, destacando los maestros Alonso
Berruguete, Pedro de Mena, Gregorio Fernández…
Jesús
resucitado está presente en medio de la Comunidad que es su Iglesia.
─› Celebra su fe en Jesús por medio de los
sacramentos, las
oraciones
y las celebraciones litúrgicas.
─› Da testimonio de Cristo con sus vidas y acciones.
─› Ponen todo en común y se ayuda a los hermanos.
─› Tiene organizaciones que ayudan a los más
necesitados:
Cáritas a nivel local (parroquias) y Manos
Unidas a nivel
internacional.
ACTIVIDADES
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