JESÚS OBEDECE AL
PADRE (C.B.)
(SEMANA SANTA)
Jesús obedece en todo a su Padre Dios, hasta el
punto de dejarse poner a prueba por el diablo, como un humano más, y de dar su
vida para la salvación de toda la humanidad, y no con una muerte cualquiera,
sino con una muerte clavado en una cruz, una muerte lenta y dolorosa destinada
a los criminales.
Jesús, desde que regresan de Egipto tras la muerte
del rey Herodes el Grande, vive con sus padres en Nazaret y aprende el oficio
de su padre, José, el de carpintero.
Tras la muerte de José, Jesús es bautizado por su
primo Juan el Bautista, en el río Jordán, sin verse desde la primera celebración
de la fiesta de Pascua en Jerusalén.
Al volver del desierto, Jesús empieza a formar el
grupo de sus discípulos, a predicar el mensaje de la Buena Noticia del amor de
Dios por pueblos y ciudades, y a realizar milagros para demostrar que Él es el
Mesías, el Hijo de Dios. Su primer milagro lo realiza en una boda en Caná,
donde el vino es insuficiente para continuar la fiesta y Jesús ordena llenar
las vasijas de agua, convirtiéndola en vino. A partir de este momento, realiza
muchos otros milagros: cura al paralítico, la pesca milagrosa, camina sobre el
agua, calma la tempestad, devuelve a la vida a su amigo Lázaro…
Cada vez son más los seguidores que tiene Jesús,
por su forma de presentar a Dios Padre, de enseñar con el ejemplo cómo debemos
comportarnos unos con otros y por ayudar a los necesitados al realizar los
milagros. Todo esto llega hasta los oídos de los Sumos Sacerdotes del gran
Templo de Jerusalén, que ven en Jesús un peligro para su poder, con lo que
deciden matarlo.
Judas Iscariote, uno de los doce discípulos
elegidos por Jesús, quiere provocar una rebelión contra Roma, en la que Jesús
sea el líder y ellos lleguen a ocupar los puestos de poder. Al ver que el
tiempo pasa y Jesús no hace nada, decide provocar el desarrollo de los
acontecimientos, traicionando a Jesús, diciéndoles a los Sumos Sacerdotes, dónde
encontrarlo.
Jesús entra en Jerusalén el Domingo de Ramos montado en un borriquillo, para que
se cumplan todas las profecías que anunciaban la llegada del Mesías.
El Jueves Santo,
Jesús, celebró la cena de la Pascua con sus discípulos, su última Cena. Les dio el Mandamiento del Amor e instituyó la Eucaristía, el pan era su Cuerpo y el vino su Sangre. Después
fueron a rezar a Getsemaní, el Huerto de los Olivos, donde los soldados del
Templo le detuvieron y le llevaron a la casa del sumo sacerdote Caifás, que había
reunido en ella al Sanedrín, el Tribunal judío, que tras un juicio amañado, le
condenó a muerte acusado de blasfemar, llamarse a sí mismo Hijo de Dios.
Pedro,
por miedo a ser también detenido, negó tres veces conocer a Jesús.
El Viernes Santo, el
gobernador romano Poncio Pilato, presionado por los sumos sacerdotes, ordena
azotar a Jesús y después a cargar con el travesaño de la cruz donde sería
crucificado en el monte Calvario.
El Domingo de Pascua,
antes de la salida del sol, María Magdalena se acercó hasta el sepulcro para
ungir el cuerpo de Jesús, pero, para su sorpresa, la tumba estaba abierta y vacía.
María se encuentra con Jesús resucitado que le
pide que se lo diga a sus amigos.
Pero Tomás
no la cree y para poder hacerlo dice necesitar meter sus dedos en las heridas
del costado y de los clavos de Jesús. Jesús se hace presente en medio de ellos
y le dice que toque sus heridas… y Tomás cree cayendo a sus pies.
Jesús, para prepararse antes de iniciar su misión
de anunciar la Buena Noticia del amor de Dios, va a rezar y a ayunar al
desierto. Allí pasa 40 días y Satanás se presenta ante Él para tentarlo:
─› Con los deseos materiales: “Si eres el Hijo de
Dios, di a estas
piedras que se conviertan en pan”.
Jesús le responde: “No solo de pan vive el
hombre, sino de
toda
palabra que sale de la boca de Dios”.
─› El orgullo de ser y tener: “Si eres Hijo de
Dios, tírate abajo,
porque ha dado instrucciones a sus ángeles
acerca de ti y te
sostendrán
en su mano, para que tu pie no tropiece con las
piedras”.
Jesús le dice: “También está escrito: No tentarás al Señor
tu Dios”.
─› El poder del mundo: Mostrándole los reinos del
mundo y su
gloria, le dijo: “Todo esto te daré si te
postras y me adoras”.
Jesús le dijo: “Vete, Satanás, porque está escrito: Al Señor, tu Dios, adorarás
y solo a Él darás culto”.
MARÍA, EJEMPLO DE VIDA
María
nos da ejemplo con su vida, de cómo aceptar y cumplir la voluntad de Dios, al
aceptar ser la madre de su Hijo y decirle: ”Hágase en mí su voluntad”.
Los
artistas de todos los tiempos han representado a María para agradecer su
generosidad al darnos al Salvador y darnos su ejemplo de respuesta a Dios.
Las
representaciones más conocidas de María están en los iconos.
LA SENCILLEZ
La
sencillez es una cualidad que nos hace más auténticos, pues no nos dejamos llevar
por las apariencias y no querer aparentar ser ni tener aquello que ni somos ni
tenemos. Es no ser un o una creído o presumida.
Significa
ser honrado y humilde, ser agradecido y tratar a todo el mundo de la misma
manera, porque todos tenemos la misma dignidad.
Jesús,
con su modo de vida, nos enseñó a ser humildes: Él, el Hijo de Dios, pudiendo
nacer en un palacio, nació en una cueva que era un establo. A quien le preguntó
cómo entrar en el cielo, les contestó que entrarían aquellos que fueran
sencillos como los niños: amando a todo el mundo, ayudando y compartiendo todo
con aquellos que lo necesitan respetando a los demás, no sintiéndonos
superiores, ni despreciando a otros, ni queriendo destacar humillando a los demás.
LA LUZ DEL MUNDO
Jesús
dijo a los apóstoles: “Por vuestros actos conocerán que sois amigos míos”.
Porque todos nuestros actos tienen sus consecuencias.
Y el
Mandamiento que Jesús nos dejó en la Última Cena, “Amaos unos a otros como yo
os he amado”, nos exige elegir el bien nuestro, de los demás y de toda la
humanidad. Estamos llamados a construir un mundo mejor, para hacer realidad aquí
el Reino de Dios.
VOCACIÓN AL CUMPLIMIENTO DE LA VOLUNTAD DE DIOS
Los
cristianos intentamos vivir al estilo de Jesús y, como Él, resistir las
tentaciones, aunque no siempre lo consigamos.
Algunos
cristianos sienten mucho más fuerte el Espíritu Santo en su interior y cumplen
en todo la voluntad de Dios. Estas personas son las que llegan a ser santos y
santas. La mayoría son desconocidos para la mayoría del mundo, pero hay otros
muchos que llegan a ser proclamados santos y santas por la Iglesia católica.
Cada uno de ellos y ellas, nos muestra una forma diferente de opción de vida
cristiana: unos son religios@s, otros laic@s, algunos son casad@s y otros
solter@s...
Ejemplo
de ello lo tenemos en:
SAN ISIDRO LABRADOR
Y SANTA MARÍA DE
LA CABEZA:
Eran un
matrimonio que vivieron hacia el siglo XII, en Madrid, ciudad de la que son patrones. Ambos destacaron por
su amor a la Eucaristía, a la Virgen y a ayudar y compartir todo lo que tenían
con los más necesitados.
SAN JOSÉ DE
ANCHIETA
Nació
en Tenerife, en 1534. Sacerdote misionero al que se le conoce como el “Apóstol
de Brasil”, porque evangelizó este país.
BEATO CEFERINO GIMÉNEZ
MALLA
Es el
primer santo gitano, conocido como “el Pelé” ”, 1861/1936 . Fue un tratante de ganado por las
ferias de la provincia de Huesca. Buen negociante, llegó a conseguir una buena
posición social y económica. Sumamente honrado en sus tratos, por su prudencia
y sabiduría, lo solicitaban payos y gitanos para mediar en los conflictos que
surgían entro ellos.
Muy piadoso y de gran fe, al inicio de la guerra civil, en julio de 1936, fue
detenido por salir en defensa de un sacerdote de Barbastro.
Le ofrecieron la libertad si dejaba de rezar. Prefirió seguir en prisión antes de renunciar a su fe. En la madrugada del 8 de agosto de 1936, lo fusilaron en el cementerio de Barbastro.
Le ofrecieron la libertad si dejaba de rezar. Prefirió seguir en prisión antes de renunciar a su fe. En la madrugada del 8 de agosto de 1936, lo fusilaron en el cementerio de Barbastro.
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