SAN JOSÉ

SAN  JOSÉ

     José de Nazaret fue el esposo de María y por ende el padre en la tierra de Jesús, el hijo que envía Dios para salvar al hombre del pecado.

     Respecto de su fecha de nacimiento, así como la de su muerte, no existen precisiones, se cree que era de Belén de Judea y que falleció en Nazaret de Galilea unos años antes que Jesús comenzase con su peregrinar evangelizador.

      Su profesión era carpintero, José, le transmitiría su saber y oficio a Jesús.

      Cuando María le dice a José que está embarazada, para José supone un gran disgusto. Por una parte no tiene intención de hacerse cargo ni ponerle su apellido a un hijo que no es suyo. Y por otra parte, sabe que si la abandona, según la ley de Moisés, María será lapidada, morirá a pedradas, por adúltera, pues aunque aún no estaban casados, estaban prometidos. José decide
abandonar a María e irse del pueblo. Pero un ángel del Señor, le avisa en sueños, diciéndole que el niño que espera María no es de ningún hombre, sino que es hijo de Dios, y que Dios le ha elegido a él, a José, para cuidar y educar a su hijo. Entonces, José, decide casarse con María y adoptar a Jesús como a su propio hijo. Como José es padre adoptivo de Jesús y esto en latín es pater putatibus, de ahí viene que a aquellos que se llaman José, también se les llama Pepe, por las iniciales p.p.

     Cuando faltaba poco para que Jesús naciera, tuvieron que viajar hasta Belén, el pueblo de José, para apuntarse en el censo, según el decreto del emperador Augusto. Y de allí tuvieron que huir a Egipto cuando el rey Herodes el Grande, ordenó la matanza de los niños menores de 2 años, cuando fue avisado por los Magos de Oriente del nacimiento del rey de los judíos en Belén. Un ángel le avisó en sueños de las intenciones del rey Herodes para que huyeran.

     Vivieron en Egipto hasta que otro ángel, también en sueños, le dijo que el rey Herodes había muerto y ya podían volver a su país. Cuando volvieron, se quedaron a vivir en Nazaret, pueblo en el que vivían María y José antes de su viaje a Belén.

     Por su nobleza, su humildad y por supuesto su compromiso y obediencia, José, fue una de las figuras más abordadas con el paso del tiempo por la Teología y los diversos autores cristianos. Por supuesto, destacándose ese valor único de padre que demostró. Por eso, la figura de José ha sido estudiada por muchos teólogos, e incluso, ese estudio dio nacimiento a una rama de la Teología que se conoce como Josefología.

     A lo largo de la historia de la fe cristiana, José, fue distinguido con muchos honores, entre ellos ser declarado como patrono de la familia (por formar la Sagrada Familia junto con María y Jesús), patrono de la buena muerte (por morir en los brazos de José y María), patrono de la iglesia universal, patrono del trabajo (sobre todo de los artesanos y en especial de los carpinteros), patrono contra el comunismo y contra la duda, entre otros. Y asimismo es patrono de varias partes de nuestro planeta como ser: China, América, México, Corea, Bohemia, Bélgica, Croacia, Austria y Vietnam.
     Su festividad se celebra todos los 19 de marzo y en la iconografía se lo suele representar con un niño en brazos, que obviamente representa a Jesús. Por ser modelo de padre, como padre de Jesús, es el patrón de todos los padres.

     En Valencia, España, se celebran unas fiestas tradicionales llamadas Fallas de Valencia en las que, entre otros actos, se queman unos monumentos hechos de madera y cartón en diferentes puntos de la ciudad. Éstas se celebran en honor de San José, patrón de los carpinteros (gremio muy extendido en la ciudad cuando empezaron a celebrarse a finales del siglo XIX e incluso en la actualidad dada la importancia de la industria del mueble en la región).  

                      

               

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